"El público japonés está constantemente expuesto a los titulares de anuncios
que inundan los trenes y subterráneos… Aunque no se los lea
y solo se perciban vagamente los infundios y chismes que aparecen día tras días,
uno comienza a desarrollar una imagen negativa y poco a poco siente mayor aprensión."
--Noboru Okaniwa [1]

[Documentos]

En el periódico Australian Financial Review se ha señalado lo siguiente: “[S]e ha propagado en la comunidad un sentimiento negativo hacia la Soka Gakkai, debido a […] las implacables campañas impulsadas por las revistas en contra de la organización”.[2]

CONTEXTO POLÍTICO

Los semanarios de prensa sensacionalista son la maquinaria más poderosa que genera escándalos acerca de la Soka Gakkai. Esa prensa negativa surge en parte de la situación política. La Soka Gakkai respalda al tercer partido más importante del Japón, el Nuevo Komeito, que a menudo mantiene el equilibrio del poder dentro de la política japonesa. No es de extrañar que los ataques de los medios se intensifiquen en épocas previas a las elecciones.

PERIODISMO IRRESPONSABLE

Books critical of Japanese tabloid media

En Japón, abundan los libros que critican la prensa sensacionalista.

Lamentablemente, la prensa amarilla de Japón es famosa por su sensacionalismo y por escribir artículos sin la adecuada investigación previa sobre los hechos. Para dar un ejemplo, Shinchosha, la editorial de Shukan Shincho, uno de los semanarios de mayor venta en el país y responsable de frecuentes artículos en contra de la Soka Gakkai, ha perdido numerosos juicios por difamación; durante el período de 2004 a 2009, el monto de dinero por daños y perjuicios que los tribunales impusieron a Shinchosha superó los cien millones de yenes (US$1.074.700).[3] Ya con anterioridad, el semanario había lanzado una acusación falsa contra un hombre inocente, por el ataque con gas sarín ocurrido en Matsumoto en 1994, atentado que finalmente fue atribuido a Aum Shinrikyo; publicó los nombres de dieciocho personas inocentes catalogándolas como “potenciales criminales” responsables del sabotaje del Aeropuerto Internacional de Tokio; publicó también la historia privada, con fotografías incluidas, de una mujer que murió de sida, y puso en ridículo a las víctimas del escándalo por envenenamiento con mercurio en Minamata.

En 2004, los tabloides de Shinchosha denominados Focus (actualmente, descontinuado) y Shukan Shincho publicaron artículos maliciosos que sostenían que un accidente de tránsito fatal había sido un fraude de seguros cometido por familiares de la víctima. Tras ello, el Tribunal Supremo señaló: “Es socialmente inaceptable que se haya publicado artículos difamatorios sin que se haya investigado suficientemente la veracidad y la integridad de su contenido”.[4] El tribunal ordenó a Focus y Shukan Shincho el pago de indemnizaciones de 19.8 millones de yenes (US$192.654) y 9.9 millones de yenes (US$96.327) respectivamente. Dichos montos representaron las máximas indemnizaciones impuestas por una demanda judicial por difamación en el Japón.

En abril de 2009, Shinchosha admitió que el reportaje que había realizado sobre cierta historia había sido incorrecto y publicó una nota oficial de disculpas.[5] Sin embargo, la presentación de la excusa generó mucha crítica por considerar que contenía justificaciones que no eran sinceras. Uno de sus críticos, el escritor Shinichi Sano, comentó al respecto: “La actitud de Shinchosha de tratar su propio artículo de disculpas como una especie de propaganda indica que ha perdido completamente el sentido de propósito del periodismo y se ha viciado totalmente por dentro”. [6]

Jun Kamei, quien trabajó como editor adjunto de Shukuan Shincho por casi veinte años, hasta que terminó desencantado de esa industria, explicó: “[Lo que los mueve] son las ganancias. Al infringir deliberadamente los derechos de las personas comunes, sus artículos se venden mejor. Han aprendido que, cada vez que apelan a los instintos más bajos de los lectores –ese voyeurismo sádico que existe en todos nosotros y que nos hace disfrutar del sufrimiento de los demás– las ventas se elevan por las nubes”.[7]

Juichi Saito, ex asesor especial de Shinchosha, la editorial de Shukan Shincho, afirmó en una entrevista realizada en 1995: “En el arte de escribir, no existen ni la verdad ni la justicia”. [8]

TENDENCIAS DE LAS DEMANDAS JUDICIALES POR DIFAMACIÓN EN EL JAPÓN

A partir de 2001, aproximadamente, se ha visto un alza significativa en las sumas concernientes al pago de indemnizaciones que establecen los tribunales en casos de demandas judiciales por difamación en contra de las revistas sensacionalistas, siendo su causa, la creciente sensibilización con respecto a las implicaciones sociales y económicas relacionadas a los derechos morales del público en el Japón. En abril de 2009, la Asociación de Editores de Revistas del Japón efectuó una protesta rotunda en la que subrayó lo siguiente: “La forma en que se calculan las cifras de las indemnizaciones es demasiado ambigua y faltan patrones claros. […] La serie de sentencias de los tribunales, extremadamente arbitrarias, puede interpretarse como una represión a la palabra”. [9]

Las editoriales inmiscuidas frecuentemente en casos de difamación, como Shinchosha, tienden a producir artículos de poco interés público y de base fáctica muy débil, los cuales publican de manera malintencionada. A diferencia de los casos que generan pérdida financiera, es muy difícil restaurar una reputación que ha sido dañada por los medios masivos. [10] Por ello, en períodos más recientes, los tribunales han comenzado a aprobar indemnizaciones de mayor escala con el objetivo de disuadir la violación de los derechos humanos por las revistas sensacionalistas.

Yasuhiko Oishi, profesor de derecho y medios de comunicación de la Universidad de Toyo, comenta: “Cuando hay violación de derechos humanos o errores, las revistas sensacionalistas no se sienten motivadas a actuar con sinceridad para observar sus faltas y pedir perdón a las víctimas. Esa postura ha generado el rechazo de los lectores y ha tenido sus efectos en los resultados de los juicios por daños y perjuicios. Algunos de estos medios reaccionan con desdén hacia los derechos humanos y con burla hacia los más débiles. Deberían darse cuenta del daño que causan a quienes demandan que se respete la libertad de expresión. Y con respecto a la indemnización... Para empezar, las cifras acostumbradas han sido muy bajas”. [11]

NOTICIAS RECICLADAS

Muchas notas falaces sobre la Soka Gakkai y sobre su presidente honorario, como la falsa imputación de agresión sexual de Nokoku Nobuhira, los cargos infundados sobre la complicidad de la Soka Gakkai en el suicidio de una integrante del Congreso y acusaciones sin fundamento relativas a la responsabilidad de la Soka Gakkai por la muerte de un sacerdote, han sido litigadas en los tribunales japoneses, y la Soka Gakkai ha prevalecido sistemáticamente en todas ellas. Las notas escandalosas que se publican en los periódicos amarillistas a menudo se convierten luego en respetables publicaciones internacionales, y, posteriormente, las victorias legales que finalmente obtiene la Soka Gakkai casi nunca reciben cobertura.




NOTAS:

[1] OKANIWA, Noboru: "Embattled Buddhists: Under the Rising Sun" [Budistas frente al asedio: Bajo el Sol naciente], programa televisivo de la red PBS transmitido en los Estados Unidos en 2003. Traducción indirecta. Noboru Okaniwa es un periodista del Japón.
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[2] BOYD, Tony: "Sacred Spirit Caught Up in the Profane" [El espíritu sagrado atrapado en lo profano], Australian Financial Review, 14 de octubre de 1996, pág. 11. Tony Boyd es editor de Australian Financial Review.
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[3] "Zadankai" [Reunión de diálogo], artículo publicado en el diario Seikyo Shimbun, 11 de mayo de 2009.
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[4] "News on the fatal accident involving individuals related to the Hayashida-kai Medical Corporation – Fukuoka Superior Court rejects Shinchosha’s appeal and upholds libel claims" [Noticia sobre el fatal accidente asociado a individuos relacionados a la Corporación Médica Hayashida-kai – La Corte Suprema de Fukuoka rechaza la apelación presentada por Shinchosha y respalda la demanda de difamación], artículo publicado en el diario Mainichi Shimbun, 30 de enero de 2004.
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[5] El 23 de abril de 2009, Shukan Shincho admitió que había realizado un reportaje incorrecto, en un artículo especial de diez páginas publicado el 16 de abril, bajo el título "Así fue cómo Shukan Shincho fue engañada por un perpetrador falso". Esta nota sobre Shukan Shincho aparece en Wikipedia.
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[6] SANO, Shinichi: "Essay: Thoughts on a Big Hoax by Shukan Shincho" [Ensayo: Reflexiones sobre un gran engaño por Shukan Shincho], artículo publicado en el diario Mainichi Shimbun, 6 de mayo de 2009. Shinichi Sano es escritor de no ficción.
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[7] "Tabloid Horror: A History of Collusion and Abuse" [Horror sensacionalista: Historia de colusión y abuso], declaración del Comité Coordinador de Derechos Humanos y Conducta de los Medios Masivos (JIMPOREN) [http://www.jca.apc.org/~jimporen/mission07.html], 15 de marzo de 2004.
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[8] "Tabloid Horror: A Litany of Abuse" [Horror sensacionalista: Letanía de abusos], declaración del Comité Coordinador de Derechos Humanos y Conducta de los Medios Masivos (JIMPOREN) [http://www.jca.apc.org/~jimporen/mission08.html], 15 de marzo de 2004.
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[9] Asociación de Editores de Revistas del Japón, [http://www.j-magazine.or.jp/information_004.html], 20 de abril de 2009.
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[10] MATSUMURA, Mitsuaki, Shuichi Nakamura y Morio Miyahira: "Libel and Privacy –Relief for victimis of false reports— reality and proposal" [Difamación y privacidad: Alivio para las víctimas de reportajes falsos – Realidad y propuesta]. Los autores recomiendan el incremento de la suma de las indemnizaciones que se impongan por tales reportajes. Mitsuaki Matsumura y Shuichi Nakamura son editores. Morio Miyahara es supervisor de edición.
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[11] "Where is the tabloid press heading to?" [¿A dónde se dirige la prensa sensacionalista?], publicado en el diario Yomiuri Shimbun, 22 de septiembre 2005.
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DOCUMENTACIÓN
Artículo de prensa:

COMIENZO